Como en el caso del resto de poetisas andalusíes,
son muy pocos los datos de los que disponemos de su vida y de su obra.
Su padre, al-Mutásim (g. 1054/55-1091), se
preocupó de darle una educación esmerada en bellas letras, hasta el punto
de que fue capaz de componer poemas, al igual que sus hermanos y su padre.
El rey de la taifa de Almería rivalizaba así también en esto con al-Mutámid,
el rey de la taifa sevillana, quien igualmente tuvo una hija, Buzayna,
que cultivó la poesía.
Se cuenta de ella que estuvo enamorada de
un joven conocido como as-Sammar, que M. J. Rubiera interpreta como "el
Moreno", apuntando que sería un bello joven de extracción humilde
de Denia y llega incluso a afirmar que "al-Muʿtasim, celoso de su
linaje aristocrático árabe ... despreciaba incluso a los reyes de Denia
por ser de origen servil". No compartir esta opinión, pues creo que
no hay que descartar que pueda aludir a un guardia nocturno o a un contertulio
en las veladas vespertinas, a partir del significado de samra/zambra, por
un lado, en lo que se refiere al enamorado de Umm al-Kiram, y que el destino
que le tuviera elegido su padre a su hija fuera precisamente casarse con
Ali b. Muyáhid de Denia u otro familiar, pues, de hecho, todo parece indicar
que el propio al-Mutásim estaba casado con una hija de Muyáhid y, por tanto,
hermana de Ali, y, seguramente, las dos familias habrían emparentado a
través de otros matrimonios, por otro, por lo que difícilmente despreciaba
a los dianenses..
Aparte de poesía clásica, de la que solo
se han conservado dos fragmentos, también cultivó el género típicamente
andalusí de la moaxaja, muy del gusto del pueblo.